Reflexiones de vida ante el coronavirus 2
- Carmen Pérez

- 30 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 may 2020
"Como individuos y como cultura, nuestra posibilidad de felicidad depende en nuestra habilidad de descifrar un mundo escondido
que transita -invisible, improbable, inexorablemente- alrededor del amor." Una Teoría General del Amor, Tomas Lewis et al.
Para mi, la psicoterapia es un proceso de ampliación de la consciencia, una herramienta que nos permite integrar todo aquello de lo que nos vamos dando cuenta y crear un nuevo sistema de creencias que nos permita, una vez detectados nuestros viejos patrones de comportamiento, vivir la vida de una manera más plena.
Así que yo, tu, que estamos en este momento de la vida ante una circunstancia que no vimos venir y que nos ha cambiado la manera de vivir, tenemos una oportunidad dorada para sumergirnos en este proceso de autoconocimiento y auto transformación.
Si el trabajo tiene que ver con trabajar nuestro mundo interno… ¿por donde y cómo empezar?
Cuando nacemos pasan dos cosas: la primera es que venimos con una demanda de amor incondicional y la segunda que el medio ambiente va premiando o castigando la expresión de nuestro ser. Las experiencias que vamos viviendo, desde el útero materno, el momento del nacimiento y todo nuestro desarrollo infantil, van a determinar nuestra vida adulta y por eso tenemos que conocer quienes somos y de donde venimos
Vamos por partes:
Los bebes y los niños están inicialmente desprotegidos y son potencialmente perfectos. Llegamos al mundo con un temperamento heredado y vamos construyendo a lo largo de la vida la personalidad y el carácter con lo que recibimos, sentimos y aprendemos en el transcurso del crecimiento. Desde el Desarrollo Humano se ha observado los tipos de necesidades con los que el ser humano, bebé y niño, se va enfrentando y el ambiente que se le debe proporcionar para desarrollar todo su potencial. Así mismo se ha estudiado que pasa cuando estas necesidades existenciales están o son repetidamente frustradas o el medio ambiente no es el adecuado para permitir su pleno desarrollo.
Ante la frustración de la necesidad básica instintiva en una etapa de desarrollo específica de la infancia, cada ser va a encontrar una manera específica de responder o manejarla. Eso es lo que conforma el carácter: la reacción compleja del individuo a la frustración del ambiente.
Cuando revisamos nuestra historia, con aceptación y compasión, emprendemos el camino de la transformación. A través de la comprensión podemos empezar a reestructurar la experiencia para obtener un nuevo aprendizaje que nos permita resolver y crecer.
Cuando compartimos con otro nuestras vivencias, abrimos nuestra vulnerabilidad, tocamos el dolor, lo procesamos y eso nos hace más fuertes. Nuestro proceso de sanación comienza.
Aquí las preguntas a hacernos, para que vayan cayendo en nuestro interior, permitiendo que lo que está en el inconsciente vaya surgiendo son:
¿Qué pasaba con mamá y papá en los tiempos alrededor de mi concepción y nacimiento?
¿Qué lugar ocupo en mi familia?
¿cuáles mandatos escuche en mi niñez: ¿de papá, mamá, escuela, religión…?
¿Qué de todo esto aun traigo conmigo?
¿Qué creo ya no me sirve o me detiene?
¿Cómo vamos?





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